La COVID-19 ha hecho más urgente que nunca que las empresas en el sector Oil & Gas se enfoquen y avancen rápidamente en la digitalización de las operaciones digitales.
La industria Oil & Gas está íntimamente ligada al desarrollo industrial. Por décadas, el petróleo y el gas (natural o derivado del petróleo) han sido de las fuentes de energía más importantes en el mundo, impulsando desde la generación de energía eléctrica hasta transportes terrestres, marítimos y aéreos.
Pero también se está viviendo un proceso de transición energética en varias partes del mundo. En países como Estados Unidos, se espera que en los próximos años las tecnologías renovables sean más baratas y eficientes de expandir, mantener y mejorar que las instalaciones de extracción y tratamiento para el petróleo y el gas.
Eso no significa que el mundo dejará de necesitar estos insumos en un par de años. Estimacionesapuntan que, aún si todos los combustibles fósiles perderán tracción, seguirán siendo muy usados, especialmente por las crecientes necesidades energéticas de las economías emergentes.
Sin embargo, esta tendencia global sí exige a las empresas del sector hidrocarburos considerar un cambio en sus prioridades estratégicas. El Foro Económico Mundial (WEF) identifica varios puntos que las empresas de este segmento deben considerar, desde las prioridades del consumidor a largo plazo, hasta la densidad de sus emisiones de carbono, su modelo de negocio y las habilidades profesionales de sus colaboradores.
Pero hay un tema que sale a relucir sobre los otros: la digitalización. Como en otras industrias, la adopción de tecnologías innovadoras podría permitir hacer más eficientes los procesos, reducir los costos, mejorar la huella de carbono e incrementar la productividad de los colaboradores.
Al mismo tiempo, y al contrario de otros segmentos de la economía, el interés de Oil & Gas en este tipo de plataformas ha sido limitado, al menos en términos de inversión. WEF cita un estudio de Accenture donde se señala que, para 2019, las empresas de recursos solo abarcaban el dos por ciento del gasto en digitalización a escala global.
Más importante aún, no solo es cuestión de aventarle dinero al problema. En cualquier caso es necesario, además de contar con un aliado especializado en la digitalización de la industria en cuestión (en este caso, Oil & Gas), tener claros los pasos a seguir.
En este contexto, PwC lanzó recientemente el análisis “Supercharging digital transformation in Oil & Gas”. La firma concluyó no solo que la crisis de la COVID-19 ha hecho que las empresas del sector aceleren y enfoquen sus esfuerzos de digitalización. También identificó una serie de desafíos, divididos en tres pilares clave, que están entre la industria y la posibilidad de “súpercargar” su agenda digital:
Infraestructura y datos: La velocidad a la que aumenta la información recolectada por las empresas está causando que, en muchas organizaciones, se almacene en múltiples sistemas dentro de la organización. Esto, sin una estructura clara para permitir su integración. A eso se le deben sumar las crecientes amenazas en materia de seguridad.
En este contexto, para asegurar que la data esté disponible para su uso en la optimización de procesos, las empresas de Oil & Gas deben trabajar en desarrollar un plan maestro de gestión de datos, donde se contemple un plan de mejora continua de su arquitectura digital, una estrategia cloud a futuro, y la estandarización de aplicaciones.
Definición de casos de uso: Es tristemente común que las empresas se lancen a la digitalización de sus esquemas de negocio sin una visión clara de cómo podría mejorar su negocio; un “innovar por innovar”. Pero sin un retorno de inversión claro y valor tangible, no es poco común que las compañías se tropiecen en la implementación de tecnologías más potentes.
Dentro del sector hidrocarburos, esta barrera se puede superar diseñando programas integrales y coordinados de implementación, siempre con un foco centrado en el beneficio que la tecnología puede tener para el negocio. Y, por supuesto, es crucial que se establezcan relaciones de cooperación estratégicas con agentes especializados para guiar esta evolución.
Cultura organizacional: Por último, es imposible lograr cualquier evolución significativa a nivel compañía sin una estrategia de adaptación que contemple a directivos, administradores y colaboradores en general. Esto es especialmente cierto en el mercado de Oil & Gas, donde el talento y la habilidad profesional determinan en gran parte el rendimiento operativo.
Los cambios que deben hacer las empresas de hidrocarburos, sin embargo, son más sutiles que en los otros pilares. Es importante ir introduciendo los cambios de forma clara y continua, para que al personal le quede claro por qué es necesaria la digitalización. Asimismo, se debe implementar un plan de capacitación para aquellos que no tengan las habilidades necesarias en el futuro.
La COVID-19 ha hecho más urgente que nunca que las empresas en el sector Oil & Gas se enfoquen y avancen rápidamente en la digitalización de las operaciones digitales.
La industria Oil & Gas está íntimamente ligada al desarrollo industrial. Por décadas, el petróleo y el gas (natural o derivado del petróleo) han sido de las fuentes de energía más importantes en el mundo, impulsando desde la generación de energía eléctrica hasta transportes terrestres, marítimos y aéreos.
Pero también se está viviendo un proceso de transición energética en varias partes del mundo. En países como Estados Unidos, se espera que en los próximos años las tecnologías renovables sean más baratas y eficientes de expandir, mantener y mejorar que las instalaciones de extracción y tratamiento para el petróleo y el gas.
Eso no significa que el mundo dejará de necesitar estos insumos en un par de años. Estimacionesapuntan que, aún si todos los combustibles fósiles perderán tracción, seguirán siendo muy usados, especialmente por las crecientes necesidades energéticas de las economías emergentes.
Sin embargo, esta tendencia global sí exige a las empresas del sector hidrocarburos considerar un cambio en sus prioridades estratégicas. El Foro Económico Mundial (WEF) identifica varios puntos que las empresas de este segmento deben considerar, desde las prioridades del consumidor a largo plazo, hasta la densidad de sus emisiones de carbono, su modelo de negocio y las habilidades profesionales de sus colaboradores.
Pero hay un tema que sale a relucir sobre los otros: la digitalización. Como en otras industrias, la adopción de tecnologías innovadoras podría permitir hacer más eficientes los procesos, reducir los costos, mejorar la huella de carbono e incrementar la productividad de los colaboradores.
Al mismo tiempo, y al contrario de otros segmentos de la economía, el interés de Oil & Gas en este tipo de plataformas ha sido limitado, al menos en términos de inversión. WEF cita un estudio de Accenture donde se señala que, para 2019, las empresas de recursos solo abarcaban el dos por ciento del gasto en digitalización a escala global.
Más importante aún, no solo es cuestión de aventarle dinero al problema. En cualquier caso es necesario, además de contar con un aliado especializado en la digitalización de la industria en cuestión (en este caso, Oil & Gas), tener claros los pasos a seguir.
En este contexto, PwC lanzó recientemente el análisis “Supercharging digital transformation in Oil & Gas”. La firma concluyó no solo que la crisis de la COVID-19 ha hecho que las empresas del sector aceleren y enfoquen sus esfuerzos de digitalización. También identificó una serie de desafíos, divididos en tres pilares clave, que están entre la industria y la posibilidad de “súpercargar” su agenda digital:
Infraestructura y datos: La velocidad a la que aumenta la información recolectada por las empresas está causando que, en muchas organizaciones, se almacene en múltiples sistemas dentro de la organización. Esto, sin una estructura clara para permitir su integración. A eso se le deben sumar las crecientes amenazas en materia de seguridad.
En este contexto, para asegurar que la data esté disponible para su uso en la optimización de procesos, las empresas de Oil & Gas deben trabajar en desarrollar un plan maestro de gestión de datos, donde se contemple un plan de mejora continua de su arquitectura digital, una estrategia cloud a futuro, y la estandarización de aplicaciones.
Definición de casos de uso: Es tristemente común que las empresas se lancen a la digitalización de sus esquemas de negocio sin una visión clara de cómo podría mejorar su negocio; un “innovar por innovar”. Pero sin un retorno de inversión claro y valor tangible, no es poco común que las compañías se tropiecen en la implementación de tecnologías más potentes.
Dentro del sector hidrocarburos, esta barrera se puede superar diseñando programas integrales y coordinados de implementación, siempre con un foco centrado en el beneficio que la tecnología puede tener para el negocio. Y, por supuesto, es crucial que se establezcan relaciones de cooperación estratégicas con agentes especializados para guiar esta evolución.
Cultura organizacional: Por último, es imposible lograr cualquier evolución significativa a nivel compañía sin una estrategia de adaptación que contemple a directivos, administradores y colaboradores en general. Esto es especialmente cierto en el mercado de Oil & Gas, donde el talento y la habilidad profesional determinan en gran parte el rendimiento operativo.
Los cambios que deben hacer las empresas de hidrocarburos, sin embargo, son más sutiles que en los otros pilares. Es importante ir introduciendo los cambios de forma clara y continua, para que al personal le quede claro por qué es necesaria la digitalización. Asimismo, se debe implementar un plan de capacitación para aquellos que no tengan las habilidades necesarias en el futuro.