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Para el corazón de la industria y quienes trabajan en ella, los beneficios de la digitalización van más allá de sólo estar a la vanguardia. Aquí les compartimos algunos de estos beneficios.
En el contexto actual, cuando la tecnología permea poco a poco cada detalle de nuestra vida cotidiana y el cuidado del medioambiente se ha colocado entre las prioridades de las agendas públicas, digitalizar la industria del petróleo y gas resulta un paso necesario. Y lo es, para responder a las expectativas de los consumidores, sean estos gobiernos, instituciones, compañías o millones de individuos.
Los beneficios de digitalizar una industria tan vital para la continuidad de la vida, como la conocemos, pasa por varios niveles. Unos ecológicos, otros de capital humano, algunos más de tipo económico, y podríamos mencionar muchos más. Sin embargo, para el corazón de la industria y quienes trabajan en ella, los beneficios de la digitalización van más allá de sólo estar a la vanguardia. Aquí les compartimos algunos de estos beneficios.
Recopilar grandes cantidades de datos por un largo tiempo permite reconocer tendencias y patrones en el funcionamiento de máquinas e infraestructuras. Esto es útil para la creación de estrategias de mantenimiento predictivo y una planificación estratégica para el reemplazo de piezas dentro de la industria del petróleo y gas. Ello evitará interrupciones no planificadas, elevará la vida útil efectiva de los activos y garantizará operaciones continuas más seguras.
El uso de herramientas tecnológicas, como los gemelos digitales, son cada vez más utilizadas para la mejora de estas estrategias, pues su capacidad de generar datos y combinarlos con la información obtenida de los sensores disponibles, permite construir y validar algoritmos que sirvan al mantenimiento predictivo.
Otra manera de digitalizar el mantenimiento es a través de la implementación de robótica terrestre y submarina: cámaras fijas y drones, ya que reducen significativamente la fuerza laboral necesaria para realizar labores de vigilancia, inspección o trabajos de andamios a bordo de plataformas. De acuerdo con la consultora McKinsey, este trabajo de revisión representa del 10 al 15 por ciento de los costos totales de mantenimiento y la aplicación de nuevas tecnologías podría reducir el costo de la inspección en un 35 por ciento, además de mejorar la salud y seguridad de los trabajadores.
Si bien el monitoreo de ductos no es nuevo en la industria, los sistemas tradicionales no brindan la detallada visibilidad que soluciones inalámbricas como las LPWAN (Low Power Wide Area Networks) y otros sensores habilitados con internet de las cosas (IoT) sí pueden lograr.
Contar con información sobre el estado de miles de kilómetros de tuberías durante 24 horas al día, significa que cualquier anomalía es reconocida rápidamente. Además, con el uso de sensores inteligentes es posible identificar su ubicación y gravedad con mayor precisión, lo que permite acelerar las acciones de respuesta necesarias.
De existir alguna fuga, por ejemplo, minimiza las pérdidas de material, la contaminación causada por la liberación de producto, reduce la inactividad asociada con el servicio y reduce los costos de la falla.
Para el corazón de la industria y quienes trabajan en ella, los beneficios de la digitalización van más allá de sólo estar a la vanguardia. Aquí les compartimos algunos de estos beneficios.
En el contexto actual, cuando la tecnología permea poco a poco cada detalle de nuestra vida cotidiana y el cuidado del medioambiente se ha colocado entre las prioridades de las agendas públicas, digitalizar la industria del petróleo y gas resulta un paso necesario. Y lo es, para responder a las expectativas de los consumidores, sean estos gobiernos, instituciones, compañías o millones de individuos.
Los beneficios de digitalizar una industria tan vital para la continuidad de la vida, como la conocemos, pasa por varios niveles. Unos ecológicos, otros de capital humano, algunos más de tipo económico, y podríamos mencionar muchos más. Sin embargo, para el corazón de la industria y quienes trabajan en ella, los beneficios de la digitalización van más allá de sólo estar a la vanguardia. Aquí les compartimos algunos de estos beneficios.
Recopilar grandes cantidades de datos por un largo tiempo permite reconocer tendencias y patrones en el funcionamiento de máquinas e infraestructuras. Esto es útil para la creación de estrategias de mantenimiento predictivo y una planificación estratégica para el reemplazo de piezas dentro de la industria del petróleo y gas. Ello evitará interrupciones no planificadas, elevará la vida útil efectiva de los activos y garantizará operaciones continuas más seguras.
El uso de herramientas tecnológicas, como los gemelos digitales, son cada vez más utilizadas para la mejora de estas estrategias, pues su capacidad de generar datos y combinarlos con la información obtenida de los sensores disponibles, permite construir y validar algoritmos que sirvan al mantenimiento predictivo.
Otra manera de digitalizar el mantenimiento es a través de la implementación de robótica terrestre y submarina: cámaras fijas y drones, ya que reducen significativamente la fuerza laboral necesaria para realizar labores de vigilancia, inspección o trabajos de andamios a bordo de plataformas. De acuerdo con la consultora McKinsey, este trabajo de revisión representa del 10 al 15 por ciento de los costos totales de mantenimiento y la aplicación de nuevas tecnologías podría reducir el costo de la inspección en un 35 por ciento, además de mejorar la salud y seguridad de los trabajadores.
Si bien el monitoreo de ductos no es nuevo en la industria, los sistemas tradicionales no brindan la detallada visibilidad que soluciones inalámbricas como las LPWAN (Low Power Wide Area Networks) y otros sensores habilitados con internet de las cosas (IoT) sí pueden lograr.
Contar con información sobre el estado de miles de kilómetros de tuberías durante 24 horas al día, significa que cualquier anomalía es reconocida rápidamente. Además, con el uso de sensores inteligentes es posible identificar su ubicación y gravedad con mayor precisión, lo que permite acelerar las acciones de respuesta necesarias.
De existir alguna fuga, por ejemplo, minimiza las pérdidas de material, la contaminación causada por la liberación de producto, reduce la inactividad asociada con el servicio y reduce los costos de la falla.
